
Técnicos
Antes de nada, tienes que pensar en que un comercIante puede acudir a tí para pedirte asesoramiento para realizar la reforma de su local, ¿podrás ayudarle?
Ponerse en el lugar del comerciante facilitará las cosas a la hora de afrontar un encargo de trabajos para reformar un local de negocio.
En muchas ocasiones no tendrá las ideas claras y algunas claramente equivocadas. Llegar a saber qué es lo mejor no es fácil, el comercio evoluciona muy deprisa y también las tendencias del mercado, por ello te resultará de mucha utilidad hablar con el resto de profesionales que estén orientando al cliente en su toma de decisiones, un equipo multidisciplinar será la mejor garantía de éxito.
Como cualquier otro proyecto, sus resultados tendrán trascendencia durante mucho tiempo y algunas decisiones serán irreparables si resultan equivocadas, afectarán no sólo a la economía del cliente sino también a la vida de los trabajadores y de los clientes. No por el hecho de que el importe del proyecto sea modesto la trascendencia de las decisiones serán menores.
Como profesional tienes los conocimientos suficientes para diseñar un trabajo que constructivamente resulte sólido y eficiente, pero también será preciso que el resultado final “funcione” desde el punto de vista comercial.
Algunas reflexiones previas:
- Reformar un local tendrá unas consecuencias para el negocio, en buena medida irreparables.
- El espacio deber servir tanto para el que presta el servicio, como para el que lo recibe.
- Cada parte del local cumple unas determinadas funciones, pero todas deben estar orientadas a conseguir rentabilidad.
- Tú mayor éxito será que la tienda resulte de interés para los clientes y eso depende de muchos factores ajenos a tu voluntad, no sólo de tus conocimientos y de tu creatividad. La originalidad, la diferenciación no está reñida con la extravagancia; en todo caso huye, aunque el cliente insista, de la vulgaridad, seguro que no merece la pena.
- Los detalles y acabados son muy, muy importantes.
Tu relación con el cliente:
- Procura formalizar tu relación con el cliente desde el primer momento,dejando claras tus funciones, hasta dónde alcanzarán tus trabajos y que importe tendrán en cada caso, matízalo, concrétalo, no des por supuesto nada porque tu cliente no conoce la trascendencia ni el alcance de muchos de los términos que estarás utilizando en tu trabajo habitual.
- Asegúrate que comprende el encargo que está realizando y el contrato que vayas a firmar, si puedes estar en contacto con el profesional/es de su confianza que le esté asesorando mucho mejor.
- Concreta claramente con el cliente qué quiere hacer, porqué lo quiere hacer y para qué lo hace. Conocer la conceptualización de su negocio puede resultarte de mucha ayuda.
- No olvides, en el momento de formalizar tu relación con el cliente, dejar establecido un sistema de trabajo, comunicaciones, reuniones, sistema de validación de las propuestas; todo ello evitará malos entendidos y pérdidas de tiempo durante todo el desarrollo del proyecto.
En función de estas decisiones deberás plantearte las posibilidades con las que te puedes encontrar
Lo importante es concretar con el cliente qué se quiere hacer, por qué se quiere hacer y para qué se hace